Noel Torres sabe lo que es la vida sin electricidad. Cuando el huracán María atravesó Puerto Rico el otoño pasado, muchos hogares — incluyendo el de Torres y su familia- sufrieron un prolongado apagón.
“Mi esposa no podía dormir. No fue fácil. Casi vendo todo y me voy, pero me quedé”, dijo Torres.
El puertorriqueño trabaja para una compañía que lleva meses equipando a centros de salud a través de Puerto Rico con sistemas de energía solar.
Las semanas luego de María, Torres se levantaba cada mañana antes del amanecer en una casa sin electricidad para instalar sistemas de energía solar en comunidades alrededor de la isla. Diez semanas después, Torres obtuvo electricidad en su hogar, pero continuó trabajando días largos para asegurarse de que otros pudieran experimentar lo mismo.
Entre aquellos que se beneficiarán del trabajo de Torres se encuentran los pacientes que dependen de Clínica Iella para servicios de salud. Cuando el huracán deshabilitó todo el sistema eléctrico del la isla, la clínica permaneció inoperante por semanas.
La instalación de un sistema solar en la Clínica Iella forma parte un esfuerzo más amplio gestado por Direct Relief para ayudar a instalaciones médicas a estar mejor preparadas para futuras emergencias.
“Para nosotros [los paneles solares] son muy importantes”, dijo Blanca Cuevas, Directora Ejecutiva de Pro-Familia, la cual opera la Clínica Iella.
“Después del huracán María, proveer servicios clínicos fue uno de los retos. Con este sistema podemos garantizar que las operaciones puedan continuar”, añadió Cuevas.
Para Torres, encender el interruptor de electricidad de un hogar o un negocio por primera vez luego de semanas o meses en una experiencia gratificante. Recuerda, por ejemplo, el caso de un residente de Aguas Buenas de 60 años y su esposa y dos hijas, quienes vivieron meses sin electricidad, hasta que una mañana Torres llegó a trabajar en su hogar.
“Él vio las bombillas de electricidad encendidas y se echó a llorar”, recordó Torres. “Yo doné tiempo adicional a aquella instalación porque quería ayudar lo más que pudiera”, apuntó.
Aquel fue un día de trabajo de 18 horas para Torres y sus colegas. No fue hasta las 10:30 p.m. que regresaron a Aguadilla, en donde les esperaba su hogar, a más de dos horas de distancia de su jornada laboral.
Desde que el huracán María aterrizó en Puerto Rico, Direct Relief, con el apoyo de AbbVie y otros, han apoyado 67 centros de salud comunitarios y hospitales con 399 envíos de medicamento y suministros de salud solicitados, sumando más de $67.8 millones y dosis valoradas en $9.1 millones.
Además de proveer asistencia con suministros médicos, Direct Relief ha trabajado con grupos comunitarios en Puerto Rico para otorgar más de $2.2 millones en becas otorgadas a esfuerzos destinados a proveer servicios de salud, así como a estructuras destinadas a proveer servicios médicos.
Los proyectos han incluido campañas de vacunación, instalaciones de paneles de energía solar y baterías renovables en instalaciones médicas, reparaciones de sistemas de filtración de agua para comunidades que aún continúan sin electricidad, y la construcción de lavanderías solares.