Los desastres no terminan cuando la tierra deja de temblar o cuando el viento se calma. Los efectos, a menudo, se sienten por años. En Puerto Rico, esta no es la excepción.
El huracán borró alrededor del 90 por ciento de los cultivos de Puerto Rico, arrojando a aquellos que dependían de la agricultura en estos terrenos a una crisis económica.
Las Marías, región en el oeste de Puerto Rico conocida por sus plantaciones de naranjas, quedó aislada durante semanas luego del huracán. Fueron necesarios helicópteros para arribar al municipio.
La región es el hogar de una población que emigró desde República Dominicana para hallar empleo. Entre ellos se encuentra Rosario Jiménez, quien se mudó a Puerto Rico en 1981, en busca de una mejor vida.
El dominicano de 55 años comenzó a trabajar en fincas de plátano, batata y naranjas, en el noroeste de la isla, desde hace 37 años.
Jiménez reconoció que la vida no es siempre sencilla para la población dominicana en Puerto Rico, pero lugares como el Centro de Salud para Migrantes, les apoya. Esta organización cuida alrededor de 24,000 pacientes al año, sin importar su estatus migratorio o su habilidad para pagar por los servicios que reciben.
“Me tratan muy bien, sin discriminación”, dijo Jiménez.
El ocho por ciento de la población de Puerto Rico es extranjera, según el censo del 2010. De esta población, el grupo de inmigrantes de República Dominicana representa el grupo mayor.
La entidad Centro de Salud para Migrantes fue fundada en 1971 para proveer servicio médico básico a grupos vulnerables en la isla. En 1986, el proyecto se convirtió en una organización sin fines de lucro, y expandió sus servicios médicos a una comunidad más grande.
“Muchos de ellos vinieron a trabajar en agricultura, pero no tenían servicios de salud”, explicó Ivette Pérez, administradora del Centro de Servicios de Salud de las Marías, una de las 10 clínicas operadas alrededor de la isla por la corporación Centro de Salud para Migrantes.
“Por eso tomamos acción. Visitamos fincas, organizamos ferias de salud en la comunidad. Construimos puentes de confianza con ellos. Parte de nuestra misión, visión y metas, es proveer servicios a todas las poblaciones sin importar su estatus social, raza o etnicidad”, aseguró Pérez.
Luego del huracán María, Pérez estimó que la cantidad de pacientes atendidas en la clínica en Las Marías aumentó en un 15 por ciento, cifra que refleja una vicisitud adicional encarada por esta comunidad luego de la tormenta.
Si el impacto del huracán María en la vida de Jiménez pudiera ser medido del uno al diez, diez siendo el nivel más severo, Jiménez dijo que su situación sería un ocho.
Los vientos del huracán deterioraron el techo de la vivienda en la cual vive con su esposa, Nilda Valentín. La pareja rentaba un espacio de su hogar, y dependía de la entrada monetaria de esa renta para comprar artículos de alimento y otros elementos esenciales. Ya no. Desde el huracán, se han visto en apuros.
Según Pérez, aproximadamente el 40 por ciento de las fincas en Las Marías han cerrado debido al embate económico que provocó el huracán María, en Puerto Rico.
Jiménez se ha esforzado por hallar oportunidades de empleo como agricultor, y Valentín dedica sus días a buscar trabajo como empleada doméstica. Su búsqueda es constante.
Los desastres a menudo impactan la economía local a largo plazo. Así se vislumbra el caso de Puerto Rico, en donde muchos como Jiménez y su familia aún trabajan para reconstruir sus vidas.
Mientras tanto, la pareja aseguró que les calma saber que pueden recurrir al Centro de Salud para Migrantes para obtener cuidados médicos.
“Cuando estamos enfermos, venimos, y nos cuidan”, dijo Jiménez.
Nota del editor: Luego del huracán María, el Centro de Salud para Migrantes recibió una donación $25,000 de Direct Relief, y medicinas valoradas en $178,800. Con el apoyo de AbbVie, Direct Relief ha financiado sistemas de energía solar en los centros de salud de Maricao y Las Marías. En agosto 2018, Direct Relief otorgó al Centro de Salud para Migrantes un premio de $1,067,683 para la creación de una unidad médica móvil, dos vehículos Jeep, un camión de gasolina, baterías de refuerzo, y actualizaciones en la tecnología de la información. La clínica de Mayagüez del Centro de Salud para Migrantes fue una de las 13 instalaciones en Puerto Rico que recibieron un Paquete de Preparación para Huracanes, para esta temporada de huracanes.