Pedro Luis Ortiz
Residente
Arroyo, Puerto Rico
Desde la construcción de la casa en 1997, Pedro Ortiz vio muchos huracanes azotar su ciudad natal, Arroyo. Pero el huracán María fue una tormenta completamente diferente.
Cuando los vientos de más de 155 millas por hora arrasaron la comunidad montañosa, se voló el segundo piso de la casa, donde vivían Ortiz, su esposa y sus dos hijas. Sobrevivieron a la tormenta, pero la casa quedó destruida.
Los funcionarios del área de vivienda de Puerto Rico estiman que más de 300.000 casas de la isla sufrieron daños significativos. Ortiz fue uno de los muchos que trabajaron para desmantelar lo que quedaba del hogar de su familia y comenzaron a reconstruir su futuro.
Yesenia Ortiz
Administradora de registros
Arroyo, Puerto Rico
Después del paso del huracán, Yesenia Ortiz se vio obligada a caminar una hora y media hasta el trabajo y otro tanto para volver porque las carreteras estaban arrasadas y los tendidos eléctricos estaban caídos. Allí administra los registros médicos de un centro de salud comunitario, el Centro Salud Familiar, en su ciudad natal de Arroyo, Puerto Rico. Mientras los padres de Ortiz se enfocan en reconstruir su casa dañada después del paso del huracán María, los ingresos de Yesenia eran el principal apoyo financiero de la familia.
Los centros de salud desempeñan un papel clave en situación de desastres, y muchas veces, los empleados se vuelven el personal de emergencia. Como muchos también viven cerca del lugar donde trabajan, ellos mismos son las víctimas. Las donaciones en efectivo del fondo de salud de la comunidad de huracanes de Direct Relief se destinaron a las clínicas, lo que permitió que el dinero se use para cubrir los gastos que los fondos federales o los seguros no hubiesen podido costear, mientras que el personal trabajaba para que las clínicas vuelvan a trabajar al máximo. La Clínica Centro Salud Familiar, donde trabaja Ortiz, recibió una subvención de $25.000 para cubrir esos costos.
Miguel Morales
Líder de la comunidad
Utuado, Puerto Rico
Decir que Miguel Morales es un líder activo en su comunidad sería no hacerle justicia.
Poco después de que el huracán María arrasara la comunidad montañosa de Utuado en el centro de Puerto Rico, Morales y otros líderes de la comunidad, Iván Robles y William Reyes, se pusieron manos a la obra. Caminaron hasta seis millas por día, mientras quitaban escombros con machetes y desenredaban los tendidos eléctricos.
El acceso al agua y la energía eléctrica siguió siendo un desafío después del paso del huracán por Utuado. Direct Relief y AbbVie financiaron la instalación de una lavandería solar en Utuado, y Morales y otros fueron fundamentales: hasta instalaron la tubería para las lavadoras ellos mismos.
Dra. Yania López
Radióloga
San Juan, Puerto Rico
Cuando la radióloga Yania López Álvarez regresó a Puerto Rico, rechazó ofertas de empleo que habrían duplicado su salario actual.
“Las ofertas de empleo en los EE. UU. son muy atractivas, pero sabía que quería volver”, dijo la Dra. López, directora del Centro de Imágenes del Campus de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y profesora adjunta en la Facultad de Medicina de dicha institución.
Cuando volvió a la isla, el sistema de salud pública de Puerto Rico no tenía un programa en el que ella pudiera aplicar la experiencia en imágenes mamarias, que había adquirido en la Clínica Mayo.
Después del paso de María, muchos de los médicos y profesionales de la salud de Puerto Rico dejaron la isla para buscar trabajo en otro lugar. La Dra. López estaba decidida a quedarse y trabajó para establecer el primer centro de imágenes mamarias en Puerto Rico. Direct Relief donó los fondos para la compra de tecnología de mamografías digitales con contraste para el centro.
“Tener la mejor tecnología en el mejor lugar hace que los sacrificios valgan la pena porque sabes que estás marcando la diferencia”, dijo la Dra. López.
Noel Torres
Técnico solar
San Juan, Puerto Rico
En las semanas posteriores a María, Noel Torres se despertaba todas las mañanas mucho antes del amanecer en una casa que seguía sin electricidad e iba a instalar energía solar en comunidades de toda la isla que tampoco tenían energía.
Unas diez semanas después, Torres recuperó la electricidad en su hogar, pero continuó trabajando durante muchos días para asegurar que otros también la recuperaran. Torres trabajó para equipar varios centros de salud con los sistemas de energía solar necesarios para afrontar la próxima emergencia y mantenerse operativos para los pacientes.
Para Torres, encender las luces en una casa o en un negocio por primera vez en semanas o meses es una experiencia gratificante. Recordó el caso de un residente de 60 años de Aguas Buenas, su esposa y sus dos hijas, quienes habían vivido meses sin electricidad hasta que Torres pudo trabajar en su hogar.
“Vio las bombillas eléctricas encendidas y comenzó a llorar”, dijo Torres. “Doné tiempo extra en las instalaciones porque quería ayudar todo lo que pudiera”.
Alex Rodríguez
Defensor del agua limpia
Yabucoa, Puerto Rico
Tres semanas después del huracán María, Alex Rodríguez fue a entregar agua a Orocovis, una comunidad del centro de Puerto Rico gravemente afectada por la tormenta.
Al ir de casa en casa, Rodríguez observó que los habitantes tenían un suministro de botellas individuales, pero no un suministro de agua que proporcione agua para la vida diaria. Conoció a una mujer de 93 años, quien le recordó a su propia abuela. “Pensé: tengo que ayudar”, dijo. “No necesitan una botella de agua, necesitan agua”.
Rodríguez y el grupo Por los Nuestros se pusieron a trabajar para garantizar que esas comunidades tuvieran acceso al agua que necesitaban.
Dra. Ivette Pérez
Médica
Vieques, Puerto Rico
La isla de Vieques se encuentra a ocho millas de la costa de Puerto Rico y está aislada incluso en tiempos normales. Después del paso del huracán María, la isla quedó aún más aislada, y sus residentes experimentaron una escasez prolongada de agua, alimentos y gasolina.
La Dra. Ivette Pérez fue la única médica que trabajó en la clínica del Centro de Salud Comunitario durante casi un mes después de que la tormenta tocó tierra.
“Hubo un momento en el que no había medicamentos”, recordó la Dra. Pérez. “Lo importante en esos momentos no es el dinero, sino la persona que está a tu lado. La comunidad es lo importante”.
Gloria Amador Fernández
Directora ejecutiva, Salud Integral de Montaña
Naranjito, Puerto Rico
El centro Salud Integral de Montaña de Naranjito, ubicado a 20 millas al suroeste de San Juan, sirve a las comunidades montañosas de las laderas del norte de la Cordillera Central.
Durante los fuertes vientos del huracán María, el centro de salud mantuvo las puertas abiertas para cualquier persona que necesitara ayuda, dijo Gloria del C. Amador Fernández, directora ejecutiva del centro Salud Integral de la Montaña.
“Fuimos los únicos que brindamos atención en la montaña”, dijo.
Nydia Torres
Farmacéutica
Morovis, Puerto Rico
El Centro de Salud Comunitario de Morovis nunca cerró sus puertas a los pacientes, incluso después de que se destruyeran las puertas de vidrio a causa de los vientos de 150 millas por hora.
La farmacéutica Nydia Torres y otros miembros del personal pudieron bloquear las puertas con madera contrachapada, y la clínica siguió funcionando.
La clínica fue uno de los únicos establecimientos de la región montañosa que brindó atención médica continua durante la tormenta.
Dra. Carla Rossotti
Médica de atención primaria
Coamo, Puerto Rico
A causa de la cantidad de personas desplazadas después del huracán María, lugares como escuelas o iglesias se volvieron refugios rápidamente. Muchas personas también necesitaban atención médica, y los médicos de toda la isla trabajaron para crear clínicas emergentes donde no había instalaciones médicas.
Una de esos doctores fue la Dra. Carla Rossotti. En las semanas posteriores al huracán, ella y su equipo llegaron a una escuela primaria que alberga a docenas de personas que habían sido desplazadas de sus hogares.
Rápidamente establecieron una clínica en la biblioteca de la escuela con medicamentos de Direct Relief, y atendieron pacientes por todo tipo de malestares, desde hipertensión hasta necesidades de salud mental.